¿Cuándo empezar a cepillar los dientes del bebé?

Si no sabes cuándo empezar a lavar los dientes a tu peque, este artículo te interesa :)
Vera Reyes
Vera Reyes | Marketing
15/04/2021 | Actualizado: 15/04/2021 15/04/2021
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¿Cuándo empezar a cepillar los dientes del bebé?
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Cuando aparecen los primeros dientes.
Se puede utilizar un cepillo de dientes para bebés en cuanto los dientes empiecen a crecer. Para paralizar las bacterias, el uso de dentífricos es obligado.
Los dientes juegan un papel importantísimo ya que sirven para la correcta masticación y digestión, es decir, para la nutrición de pequeño.

A partir de dos años.
La limpieza de los dientes debe hacerse todos los días, hasta que el niño sea capaz de hacerlo solo. La acción deberá hacerse y controlarse con cuidado porque es muy difícil que un niño de dos o tres años sea capaz de lavarse los dientes a la perfección.
Podemos crear reglas de uso muy simples como que después de cada comida hay que cepillarse los dientes. Es importante enseñar al pequeño los movimientos que debe efectuar durante la limpieza.

A partir de los 4-5 años.
En esta fase es cuando podemos empezar a enseñarles a lavarse los dientes solo.
Para proteger los dientes de leche del niño, es importante que la limpieza bucal entre en las reglas higiénicas normales y cotidianas del niño, como lavarse los dientes tres veces al día, una vez después de cada comida. Es especialmente importante el cepillado de la mañana, después del desayuno, y el de la noche, antes de acostarse.

¿Utilizar bicarbonato?
En primer lugar, utilizar bicarbonato como pasta dental puede causar daños en el esmalte de los dientes y en el tejido de las encías, debido a que resulta muy abrasivo. Esto provoca que el diente se quede sin su barrera natural de defensa y deja a los dientes y a las encías desprotegidos.
Por otro lado, el bicarbonato no contiene flúor, necesarios para fortalecer los dientes y prevenir las caries dentales. Por ello, se necesitaría utilizar una pasta de dientes que lo contenga.
Por último, el bicarbonato deja un sabor en la boca, que seguramente resulta muy desagradable para el pequeño.
Por tanto, el bicarbonato sí que puede hacer que los dientes se vean más blancos, pero puede dañar la estructura del diente si se utiliza de forma habitual y no protege contra la caries.